miércoles, 9 de diciembre de 2009

CAP 1 "Tristan, el principe"

La última semana de invierno, la reina entre gritos y lágrimas de alegría dio a luz a un pequeño varón, su primer hijo.
El reino de Lockart se bañaba en ruido de campanas y risas, el príncipe había nacido. La tarde recibió con gozo a los niños danzantes, los magos se aproximaron al palacio a dar sus bendiciones, juglares y escupe-fuegos divertían a la gente en las calles, mientras los caballeros peleaban amistosamente por decidir quien seria el protector de su nuevo señor.
El rey tuvo en brazos a su hijo, y al ver en sus pequeños ojos, sintió algo de tristeza, su corazón susurro un secreto que no alcanzo a oír.
Mientras tanto su esposa, la reina, aun era atendida por las parteras del palacio, había quedado extenuada y lagrimas de color rojo no cesaban de manar de su vientre. Como con el día había llegado la vida con la noche la muerte asomo su desfigurado rostro pálido, la reina yacía sin vida ante la desorbitada mirada de su esposo y su recién nacido.
El rey sintió que la ira invadía su cuerpo, ese niño había llevado la muerte hasta su alcoba, pero en sus ojos noto el dolor, como si de alguna forma el pequeño ya supiese de su culpa, lo abrazo dulcemente.
Camino hacia el balcón principal, abrió las hermosas puertas de roble y plata, la gente abajo esperaba a su nuevo señor. El rey, con su primer y único hijo, aun en brazos exclamo: -!He aquí al príncipe de Lockart, !Tristan¡¡-
Gofor, la majestad de esas tierras, lloro toda la noche a su amada, con su pequeño al lado, quien aun no había prorrumpido ningún sonido, ni risa ni llanto, solo miraba con especial atención el rostro de su madre, quizás para jamás olvidarlo.
Estando en sus brazos algo llamo la atención del rey, en la diminuta mano de su hijo algo resplandecía, algo jugaba con las sombras de la habitación. Cuando encendió una vela, la mano del príncipe dejo relucir, en su pequeño dedo meñique una uña larga y negra como onix pulido.
Su padre sonrió, tantos malos presagios y aun así sentía que su hijo lo comprendía en su dolor.
El sabio doctor de la corte le dijo a su majestad: -"la reina tomo una decisión muy difícil mi señor, ella y el niño sabían que solo uno podría sobrevivir al nacimiento, ella decidió por ambos, fue un sacrificio de amor"-
Con el corazón roto, las invitaciones fueron enviadas a todos los reinos de Solymhe, el primer día del primer mes de primavera seria el ultimo adiós a la hermosa reina.

MS.

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