jueves, 17 de diciembre de 2009

CAP 5 "Una sombra en el horizonte"

Esa misma noche, Tristan permaneció sentado en la ventana de la habitación donde los poderosos del reino gritaban, callaban, se miraban unos a otros, con temor, con envidia, pero más que nada, conscientes del peligro.
El rey también callaba, aquellos generales, duques, administradores y capitanes parecían sordos hablando en realidad, solos, el general Alar proponía una ofensiva fuerte, eso significaba llevar todas las tropas del reino a un cruento enfrentamiento en las fronteras, y posiblemente, dada la traición de Umbaur, más allá.
El general del este, Kestor quería fortificar las 5 ciudades principales, lo que para Alar era cobarde y demandaría demasiado tiempo, cosa que no tenían, aparte de poco serviría pues las ciudades de Anatola y Mirren también eran importantes, de ellas venia el mayor trafico marítimo, y Balduk no dudaría en destruirlas viendo que solas han quedado.
El duque Gillian, embajador de Lockart, instaba a una alianza con Amanavia y Grexa, junta a Termiox acabarían con las fuerzas de Balduk y Umbaur, entonces seguirían hasta Menhòr con las tropas Amanevas para exterminar de una ves a aquel pueblo maldito.
Entonces Gofor hablo por primera vez en la reunión, "no somos asesinos, no somos barbaros, solo deseo que mi gente no sufra y que la paz vuelva a Solymhe, mi corazón es blanco, nadie será aniquilado, defenderemos lo que es nuestro".
Entre miradas reprochativas y algunos vítores, casi todos de los hombres de armas, Gofor extendió un mapa, Trains posiblemente estaba bajo asedio, la respuesta de Grexa significaba que con ellos no habría guerra, pero tampoco alianza alguna, aquella tarde había partido el buque de Mrofin, con el abordo, aun rojo, tanto que los guardias bromeaban sobre que en la oscuridad se lo vería brillar, eso significaba también, que Amanavia entraría en guerra con Ihste, lo cual también dejaba a estos fuera de cualquier ayuda.
Una guerra se había desatado en Solymhe, y ocupaba a todos sus reinos, "la gran guerra" abría sus garras sobre las cabezas de los hombres.
En aquel momento unos golpes suaves sonaron en la puerta, Alar se apresuro a abrir, en la habitación entro un muchacho de ojos oscuros, vestido con andrajos, alto y delgado, a pesar de su vestimenta tenía un porte majestuoso, noble, mucho más de lo que tenían algunos allí presentes, el muchacho susurro unas palabras al oído de Alar y sin hacer el menor ruido se perdió nuevamente tras la puerta.
El general se quedo unos segundos quieto, petrificado, entonces se giro y mirando al suelo dijo, "Umbaur no es ningún traidor, son los colmillos venenosos de Balduk, los que han llevado a su hijo mayor Ankheet, a matar a su padre y a tres de sus hermanos, es él quien ha declarado la guerra a Termiox y es él quien ha permitido el paso por sus tierras a los Menhori"
Aunque las cosas ahora tenían mas sentido para Gofor, realmente no importaban, lamentaría la pérdida de un querido amigo luego, cuando toda la miseria por venir hubiera sido expulsada.
No había otra posibilidad. La ofensiva seria más tarde, el mejor y único modo de frenar a las huestes del nigromante, aunque ahora pareciera un simple suicidio.
Más tarde todos habían partido con sus ordenes claras, solo quedaban Tristan y su padre en la habitación, este miro al pequeño, que aun se mantenía en la ventana, mirando hacia el horizonte y con tono tembloroso le pregunto "crees que he hecho lo correcto¿?", el niño lo miro, sus finos labios se entreabrieron dulcemente, "una sombra se cierne sobre el horizonte, nuestra es la luz, tuya la obligación de iluminar", Gofor sin saber por qué, comenzó a llorar.

MS

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