miércoles, 30 de diciembre de 2009

CAP 9 "Una noche difícil"

Gofor cubrió su hombro instintivamente cuando penetraron en su tienda los capitanes para avisar la llegada de Alar.

Salio a recibir a su amigo y general, del oeste venia una gran cantidad de infantería y arqueros, al frente llegaba su hombre de máxima confianza, Alar, con el estandarte lockarteniense en alto, ahora solo faltaban los jinetes de Kestor.

Las vendas seguían cubriéndose de sangre, entre los heridos era a todos por igual, los médicos anunciaron entonces que las flechas enemigas estaban envenenadas con absil, una planta de la región oeste de Menhòr, que solía crecer próxima a los grandes cementerios, se decía por esto, que en su sabia se hallaban toda las penas e iras de los muertos.

Los hombres se mostraron preocupados pues dependiendo la fuerza de cada uno dependería su salvación, la absil mataba a niños y ancianos, mujeres e incluso hombres que no estuvieran muy preparados, pero a todos por igual primero les esperaba una noche de locura, trastornos, frío sudor, dolor, lividez, y para Gofor no fue grato hallar entre las cuentas a tantos heridos, al menos por una semana estos hombres serian mera carne débil.

Alar insistió en que los médicos prepararan un calmante con alguna hierba para que el rey pasara esa noche en algún tipo de sueño profundo pero este se negó.

Aquella noche lo gritos comenzaron a cundir por el campamento, Gofor tan solo usando la parte baja de su armadura salio de la tienda con sus vendas ensangrentadas, innumerables fuegos se agitaban entre las tiendas, compañeros y amigos intentaban sujetar por todos los medios a los heridos, algunos se largaban en corridas a una gran velocidad agitando los brazos y gimiendo sin consuelo, otros hablaban sin decir nada, algunos simplemente yacían en el suelo tiritando y murmurando con un horrible color azul en sus rostros.

Gofor camino entre las tiendas haciendo chocar su espada contra su escudo cada vez mas fuerte, una y otra vez, pronto un gran silencio se adueño del campamento, el rey continuo hasta una loma lo suficientemente alta como para que todos pudieran observarlo, allí contemplo a sus pobres hombres, tan jóvenes, tan tristes de abandonar esposas e hijos, hogares calmos y calidos, solo por la ambición de aquellos que no han podido hallar la paz entre sus mentiras.

Parado allí en lo profundo de la noche levanto sus brazos tan alto como la herida le permitió, e incluso un poco mas, y con mas fuerza siguió haciendo chocar espada y escudo, tanto heridos como quienes intentaban calmar todo, miraban al rey en una mezcla de euforia y asombro, aquel gran hombre estaba al mando de sus almas, quien entonces hubiese perdido la fe en el, no podía sentir otra cosa mas que una gran fuerza renovadora surcando sus venas, haciendo estallar en la sangre mil deseos inexpresables, pronto, del silencio surgieron otras espadas, otros escudos, sonando como una manada de rabiosas bestias aproximándose entre las sombras.

Gofor se sentó en una roca, aun en la loma, observando nuevamente a los hombres y aunque su mente intentaba sembrar el terror con rostros deformes y nubes relampagueantes, el rey supo que allí solo estaba su ejército, y supo nuevamente, que eran sus hombres.

El alba recibía a los hombres con un cielo despejado, sonriendo en un color dorado naranja, Gofor entro a su tienda para vestirse, la herida estaba seca y cambiadas una vez mas las vendas podrían partir a la ciudad.

Alar informo que solo dos hombres habían sucumbido aquella noche y ya estaban enterrados, heridos y sanos por igual estaban listos y ansiosos informo este.

El rey salio de rostro al sol, donde con las espadas en alto todos sus hombres lo miraban radiante.

"A Trains, por lo nuestro" grito saltando a su caballo y espoleándolo partió a toda prisa, "A Trains, al fin del mundo, donde Gofor nos lleve, vamos" gritaron los lockartenienses.

Donde fuese, pensó el anciano, casa, a casa los llevaría pero primero debían apagar las amargas llamas que surcaban al reino, luego los llevaría al cielo, a casa, al fin del mundo, donde fuese.

MS

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