domingo, 20 de diciembre de 2009

CAP 6 "El ultimo abrazo"

Con el sol en alto, cinco mil jinetes estaban listos ya, al cuarto día de la llegada de los mensajeros, diez mil hombres esperaban la salida de su rey.
Tristan miraba con los ojos bien abiertos la armadura de su padre, resplandeciente dorado, la espada con el emblema de la familia, desde aquellas palabras, esos últimos días, ambos se habían vuelto muy unidos pero ya era momento de despedirse.
De los ojos de Gofor caían gruesas lagrimas, Tristan permanecía inmutado, sonaron las trompetas, padre e hijo se abrazaron por un momento, ambos se miraron, el rey aun no alcanzaba a comprender como todo era tan oscuro en las pupilas de su niño, Tendon se detuvo fielmente al lado del pequeño "yo lo cuidare señor, con mi vida", Gofor hizo un gesto con la cabeza, agradeciendo, se coloco su casco y desapareció tras las pesadas puertas principales.
Tristan y Tendon corrieron hasta la torre, allí, el gran contingente podía verse, marchando a pasado ligero, rumbo norte, las esperanzas del pueblo, y según de la nodriza mas vieja de Tristan, las esperanzas de todos los civilizados, se hallaban ahora en las espadas de los lockartenienses.
El capitán mostró al pequeño, el mismo mapa que veían la otra noche los generales, el rey guiaría las tropas hasta mas allá del bosque de Antil, donde se le uniría Alar con tres mil hombres mas y también lo haría Kestor, con novecientos jinetes de los foldes estes, el problema es que Balduk no era un necio, jamás hubiera lanzado un ataque a menos que estuviera realmente seguro de sus tropas, por esto todos coincidían en que debían ser grandes cifras.
Aun así, Gofor se repetía una y otra vez mentalmente, esa era la única opción.
Aquella noche Tristan tuvo pesadillas, los hombres gritaban y morían, el suelo estaba bañado en sangre y partes, los lamentos se elevaban en la oscuridad, aun por sobre el sonido de las espadas, y su padre, con una mirada triste le decía "adiós", mientras por la espalda una sombra silenciosa se aproximaba, Tristan grito enredado entre las sabanas "cuidado" pero era tarde, el cuerpo de Gofor yacía sin vida, junto a miles.
El príncipe despertó, cubierto de sudor y respirando agitadamente, corrió al pasillo, unos pasos se aproximaban, la luz de una vela pronto comenzó a hacer eco en las paredes, el niño se pego a la pared, esperando, ese seria su padre, que venia victorioso, a descansar junto a el.
Al doblar el recodo Tendon hallo a su príncipe, pálido y agazapado en el suelo, traía una carta del frente, quiso meter al niño al cuarto pero este se rehusó, no tuvo mas opción que leerle en el pasillo aquellas líneas.
"Querido hijo, la primer batalla ha sido en nuestro favor, me abstengo de decir que hemos obtenido una victoria pues si vieras el reino de muerte que es esto, que antes era un campo tan hermoso, entenderías... me hallo intacto, el general Martiremo ha muerto a mis manos y sus tropas se han desbandado, envié jinetes por ellos, mañana continuaremos hacia Trains, temo mi pequeño, pues este era el menor de los ejércitos de Balduk y sin embargo eran apenas unos pocos menos que nosotros, queda poco para que entres a la academia, adiós hijo".
Luego Tendon plegó la hoja y se la entrego al niño, que ahora se hallaba nuevamente de pie y sereno.

Mas tarde en cama, ya durmiendo, la pesadilla volvió, y esta vez la sombra tenía rostro: Kestor.

MS

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